¿A quién no se le ha cruzado alguna vez en su camino la columna de un aparcamiento? Están ahí, hieráticas, viendo pasar el tiempo como la Puerta del Alcalá. Un buen día, una de esas columnas echa a andar, o eso nos parece a nosotros: “esa columna no estaba ahí ayer”. Ya es tarde, nuestro amado coche ha tenido un roce con la columna, que ni se inmuta, no pide perdón ni nada: sigue ahí viendo pasar el tiempo hasta que llegue el momento de volver a “moverse” unos centímetros.
Así las cosas, me ha tocado buscar un taller de chapa y pintura para el coche. En mi búsqueda he encontrado un sitio que anuncia Renault de ocasión y me ha parecido bastante interesante. Tal vez la columna me haya hecho un favor, al fin y al cabo.
Cambiar de coche es una vieja aspiración que tengo, que quizás tienen la mayoría de conductores cuyo vehículo tiene más de 10 años. No tengo queja de mi Renault Megane, me ha dado un gran servicio y me lo sigue dando, pero es verdad que está empezando a sentir el paso del tiempo. Así que antes de reparar la chapa voy a estudiar mejor el asunto.
El problema es que nunca he comprador un coche de segunda mano y me cuesta tener que gastar mucho tiempo en recabar información. Ya se sabe: si quieres comprar un coche nuevo, vas, lo pagas y te lo llevas, no tiene más historia. Pero con un coche de segunda mano, existen varias formas de comprarlo y diversos tipos de vendedores, desde los concesionarios oficiales hasta un vendedor particular.
La verdad es que el lugar que encontré en el que venden Renault de ocasión da bastante confianza. Lo primero que he hecho ha sido mirar las diferentes garantías que ofrecen para quedarme más tranquilo. Y es que algún familiar ha tenido algún que otro chasco a la hora de comprar un coche de segunda mano y no querría tropezar yo en la misma piedra, teniendo en cuenta además que ya he tropezado hace poco en una columna…